La Hermana Aurora de San José reconoce que era "una chica normal de 17 años", con sus aficiones, sus amigos y su trabajo en una fábrica. Ahora eso queda muy atrás. "Todo cambió cuando escuché la llamada de Dios y me dio la gracia de ser monja de clausura", dice. Desde hace 34 años forma parte de la comunidad de Agustinas Descalzas en el convento que la congregación tiene en el municipio alicantino de Alcoy.
Su testimonio vocacional es uno de los varios que desde hace unas semanas pueden visitarse en Youtube. Forma parte de una estrategiapuesta en marcha por las hermanas para dar a conocer su forma de vida y sus motivos para tomar los hábitos, así como también para captar vocaciones especialmente entre la gente joven, usuaria de las nuevas tecnologías.
"Normalmente hay mucho desconocimiento acerca de las monjas de clausura. Creen que somos unas amargadas, pero no es así. No tenemos ningún problema ni hemos ingresado en el convento porque seamos raras ni por ningún despecho. Dios nos llamó, nosotras respondimos a su llamada y somos las más felices del mundo", explica la religiosa a ELMUNDO.es.
Junto a los vídeos, han encomendado a una amiga de la congregación, la creación de una página web en la que la dan a conocer la historia del convento, narran el día a día de la comunidad y ofrecen una dirección de correo electrónico a aquellas personas interesadas en ingresar en la orden.
Por el momento, la administradora de la página no ha recibido ninguna respuesta seria, sino varios spams y ofertas dudosas que las hermanas relacionan con "alguna especie de timo en Internet". Sin embargo tienen confianza en que, con el tiempo, alguien pueda interesarse por el convento e incluso por unirse a ellas.
Las perspectivas no son demasiado halagüeñas y la crisis ha agravado esta situación, reconocen desde el convento. "En realidad, la crisis lo ha trastocado todo, tanto en lo material como en lo espiritual", afirma la hermana Aurora, quien añade que de los siete conventos que la Federación de las Agustinas Descalzas tenía dispersos en toda España,han tenido que cerrar cuatro recientemente.
Activas y comprometidas
Pese a que la clausura se relaciona habitualmente con un aislamiento respecto a la sociedad, las Agustinas Descalzas de Alcoy se sienten muy integradas en ella. Participan activamente en las conocidas Fiestas de Moros y Cristianos del municipio, con la elaboración de las monteras y los escapularios que luce la Filà Maseros. "Cada año nos visitan en el convento algunas "filaes" con las que incluso formamos escuadras y lo pasamos muy bien", explica la Hermana Aurora.
Inmersas en una jornada de oración y trabajo que empieza a las seis y media de la mañana, las Hermanas llevan a cabo diferentes trabajos, centrándose principalmente en el mantenimiento y limpieza de la iglesia del monasterio.
De ella se sienten especialmente orgullosas porque la historia de su congregación va ligada a ella. Fue en 1597 cuando el entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, mandó levantarla después del hecho milagroso del "Jesuset del Miracle", en el que gracias a la intervención de una imagen del Niño Jesús se encontraron la sagrada Eucaristía y otros objetos de valor con reliquias de santos que habían sido robados previamente.
El Arzobispo mandó también fundar allí una orden religiosa femenina de vida contemplativa y el 18 de diciembre del año 1597 llegaron las primeras religiosas Agustinas Descalzas, que son las encargadas de celebrar cada año la fiesta que recuerda al "Jesuset" y al milagroso hallazgo.
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