martes, 15 de abril de 2008

El cielo no está cerrado

Nuestra vocación de consagrados y consagradas es un don precioso del Espíritu que adorna a la Iglesia y forma parte de su santidad", ha manifestado el Presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), el mercedario Alejandro Fernández Barrajón, en un mensaje hecho público con motivo de la XLV Jornada Mundial de oración por la vocaciones que se celebrará el próximo domingo 13 de abril. En su escrito Barrajón denuncia: "Los jóvenes nos perciben lejanos y extraños. Nos sitúan en otra época y nos encuentran habitados de un lenguaje condenatorio. Piensan en nosotros y perciben que se ha encendido el semáforo rojo. Y a esto se le llama divorcio real entre vida consagrada y juventud, siempre con excepciones muy loables. Desde aquí puede entenderse la escasez vocacional, al menos en parte. Tenemos que ponernos en camino y hacer mudanzas para salir al encuentro. Por una parte hemos de luchar para hacer de nuestra vida consagrada una apuesta que esté centrada en Dios. Si vivimos descentrados no seremos interesantes para nadie".El presidente de la Confer se pregunta abiertamente si "¿se habrá cerrado el cielo a nuestra súplica o nos habremos cerrado nosotros a la esperanza?", ante el descenso vocacional, que en general, seminarios y congregaciones están sufriendo en los últimos años.El presidente de los religiosos españoles, afirma que no sólo no se ha cerrado el cielo, sino que en la propuesta vocacional la vida consagrada y toda la Iglesia tienen "uno de sus desafíos más importantes y apasionantes".En esta línea, Fernández Barrajón señala que "necesitamos hacer silencio". "Es urgente una ecología del silencio", continúa el Presidente de CONFER, para situarnos "de manera adecuada ante los interrogantes de la vida" y dar así una respuesta generosa desde el interior."El cielo no está cerrado, oremos y sembremos y Dios, a su tiempo, nos bendecirá con la cosecha inmerecida de nuevas vocaciones", concluye Barrajón su mensaje.
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