domingo, 17 de febrero de 2008

Publican nuevas cifras de la vida religiosa en el mundo

ROMA, 05 Feb. 08 / 01:37 pm (ACI).- El diario oficioso del Vaticano, L'Osservatore Romano, publicó las nuevas estadísticas llegadas a la Oficina central de estadística de la Iglesia, sobre la realidad de la vida consagrada.
Según el diario en el año 2006 el mundo registró 136 mil 171 sacerdotes, 55 mil 107 religiosos no sacerdotes, 753 mil 400 religiosas, y 532 diáconos permanentes; lo que da un total de 945 mil 210 consagrados.
Las religiosas de vida activa se dividen en 16 mil 594 aspirantes, 15 mil 794 novicias, 46 mil 718 profesas temporales y 501 mil 292 profesas perpetuas. En el ámbito de las contemplativas hay dos mil aspirantes, dos mil 87 novicias, tres mil 511 profesas temporales y 44 mil 982 de votos perpetuos.
Los religiosos, por su parte, están divididos en 18 mil 517 aspirantes, 10 mil 456 novicios, 5 mil 641 profesos temporales y 35 mil 512 profesos perpetuos.
Con relación a la distribución geográfica, en África se encuentran 11 mil 348 sacerdotes religiosos y 60 mil 708 religiosas, en Asia 21 mil 154 sacerdotes y 155 mil 854 religiosas, en Europa 52 mil 290 sacerdotes y 315 mil 981 religiosas, en América 42 mil 318 sacerdotes y 211 mil 159 religiosas; mientras que en Oceanía hay dos mil 61 sacerdotes y nueve mil 698 religiosas.

viernes, 15 de febrero de 2008

Discurso de Su Santidad Benedicto XVI al final de la Misa en la Fiesta de la Presentación del Señor. Jornada de la Vida Consagrada (y 2)

Por tanto, en el decurso de los siglos, seguir a Cristo sin componendas tal como se propone en el Evangelio ha constituido la norma última y suprema de la vida religiosa (cf. Perfectae caritatis, 2). San Benito, en su Regla, remite a la Escritura como «norma rectísima para la vida del hombre» (n. 73, 2-5). Santo Domingo «por doquier se manifestaba como un hombre evangélico, en sus palabras y en sus obras» (Libellus, 104: en P. Lippini, San Domenico visto dai suoi contemporanei, ed. Studio Dom., Bolonia 1982, p. 110) y así quería que fueran también sus frailes predicadores, «hombres evangélicos» (Primeras Constituciones o Consuetudines, 31). Santa Clara de Asís pone fuertemente de relieve la experiencia de san Francisco: «La forma de vida de la Orden de las Hermanas pobres —escribe— es esta: observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (Regla I, 1-2: FF 2750). San Vicente Pallotti afirma: «La regla fundamental de nuestra mínima Congregación es la vida de nuestro Señor Jesucristo para imitarla con toda la perfección posible» (cf. Obras completas II, 541-546; VIII, 63, 67, 253, 254, 466). Y san Luis Orione escribe: «Nuestra primera Regla y vida ha de consistir en observar, con gran humildad y con amor dulcísimo y ardiente a Dios, el santo Evangelio» (Lettere di don Orione, Roma 1969, vol. II, p. 278).
Esta riquísima tradición atestigua que la vida consagrada está «profundamente enraizada en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor» (Vita consecrata, 1) y se presenta «como un árbol lleno de ramas, que hunde sus raíces en el Evangelio y da frutos copiosos en cada época de la Iglesia» (ib., 5). Tiene la misión de recordar que todos los cristianos han sido convocados por la Palabra para vivir de la Palabra y permanecer bajo su señorío.
Por tanto, corresponde en particular a los religiosos y a las religiosas «mantener viva en los bautizados la conciencia de los valores fundamentales del Evangelio» (ib., 33). Al hacerlo, su testimonio da a la Iglesia «un precioso impulso hacia una mayor coherencia evangélica» (ib., 3); más aún, podríamos decir que es una «elocuente, aunque con frecuencia silenciosa, predicación del Evangelio» (ib., 25). Por eso, en mis dos encíclicas, al igual que en otras ocasiones, no he dejado de señalar el ejemplo de santos y beatos pertenecientes a institutos de vida consagrada.
Queridos hermanos y hermanas, alimentad vuestra jornada con la oración, la meditación y la escucha de la palabra de Dios. Vosotros, que tenéis familiaridad con la antigua práctica de la lectio divina, ayudad también a los fieles a valorarla en su vida diaria. Y traducid en testimonio lo que la Palabra indica, dejándoos plasmar por ella que, como semilla caída en terreno bueno, da frutos abundantes.
Así seréis siempre dóciles al Espíritu y creceréis en la unión con Dios, cultivaréis la comunión fraterna entre vosotros y estaréis dispuestos a servir generosamente a los hermanos, sobre todo a los necesitados. Que los hombres vean vuestras buenas obras, fruto de la palabra de Dios que vive en vosotros, y den gloria a vuestro Padre celestial (cf. Mt 5, 16).
Al encomendaros estas reflexiones, os agradezco el valioso servicio que prestáis a la Iglesia y, a la vez que invoco la protección de María y de los santos y beatos fundadores de vuestros institutos, os imparto de corazón la bendición apostólica a vosotros y a vuestras respectivas familias religiosas, y de modo especial a los jóvenes y a las jóvenes que están en período de formación, y a vuestros hermanos y hermanas enfermos, ancianos o en dificultad. A todos aseguro un recuerdo en mi oración.

Discurso de Su Santidad Benedicto XVI al final de la Misa en la Fiesta de la Presentación del Señor. Jornada de la Vida Consagrada (1)

Queridos hermanos y hermanas:
Me alegra mucho encontrarme con vosotros con ocasión de la Jornada de la vida consagrada, cita tradicional que se hace aún más significativa por el contexto litúrgico de la fiesta de la Presentación del Señor. Expreso mi agradecimiento al señor cardenal Franc Rodé, que ha celebrado la eucaristía para vosotros, así como al secretario y a los demás colaboradores de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. Con gran afecto saludo a los superiores generales presentes y a todos vosotros, que formáis esta singular asamblea, expresión de la multiforme riqueza de la vida consagrada en la Iglesia.
Al narrar la presentación de Jesús en el templo, el evangelista san Lucas subraya tres veces que María y José actuaron según «la ley del Señor» (cf. Lc 2, 22-23. 39) y, por lo demás, siempre estaban atentos para escuchar la palabra de Dios. Esta actitud constituye un ejemplo elocuente para vosotros, religiosos y religiosas; y para vosotros, miembros de los institutos seculares y de las otras formas de vida consagrada.
A la palabra de Dios en la vida de la Iglesia se dedicará la próxima sesión ordinaria del Sínodo de los obispos. Os pido, queridos hermanos y hermanas, que deis vuestra contribución a este compromiso eclesial, testimoniando cuán importante es poner en el centro de todo la palabra de Dios, de modo especial para quienes, como vosotros, el Señor llama a seguirlo más de cerca. En efecto, la vida consagrada hunde sus raíces en el Evangelio; en él, como en su regla suprema, se ha inspirado a lo largo de los siglos; y a él está llamada a volver constantemente para mantenerse viva y fecunda, dando fruto para la salvación de las almas.
En los inicios de las diversas expresiones de vida consagrada siempre se encuentra una fuerte inspiración evangélica. Pienso en san Antonio abad, impulsado por la escucha de las palabras de Cristo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme» (Mt 19, 21) (cf. Vita Antonii, 2, 4). San Antonio las escuchó como palabras que el Señor le dirigía personalmente a él.
A su vez, san Francisco de Asís afirma que fue Dios quien le reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio (cf. Testamento, 17: FF 116). «Francisco —escribe Tomás de Celano— al oír que los discípulos de Cristo no deben poseer ni oro ni plata, ni dinero, ni llevar alforja, ni pan, ni bastón para el camino, ni tener sandalias, ni dos túnicas..., inmediatamente, lleno del gozo del Espíritu Santo, exclamó: Esto quiero, esto pido, esto anhelo hacer con todo mi corazón» (1 Celano, 83: FF 670. 672).
«El Espíritu Santo —recuerda la instrucción Caminar desde Cristo— ha iluminado con luz nueva la palabra de Dios a los fundadores y fundadoras. De ella ha brotado todo carisma y de ella quiere ser expresión toda Regla» (n. 24). En efecto, el Espíritu Santo atrae a algunas personas a vivir el Evangelio de modo radical y a traducirlo en un estilo de seguimiento más generoso. Así nace una obra, una familia religiosa que, con su misma presencia, se convierte a su vez en «exégesis» viva de la palabra de Dios.
Así pues, como dice el concilio Vaticano II, el sucederse de los carismas de la vida consagrada puede leerse como un desplegarse de Cristo a lo largo de los siglos, como un Evangelio vivo que se actualiza continuamente con formas nuevas (cf. Lumen gentium, 46). En las obras de las fundadoras y los fundadores se refleja un misterio de Cristo, una palabra suya; se refracta un rayo de la luz que emana de su rostro, esplendor del Padre (cf. Vita consecrata, 16).

martes, 5 de febrero de 2008

Los benedictinos y el arte mundial

Los benedictinos han forjado la cultura europea aunque no es tan conocida su influencia en el arte mundial. H2onews ha entrevistado al padre Eduardo López-Tello García, co-editor de un volumen que recoge la influencia del arte benedictino en el mundo, “Benito la herencia artística”, publicado en alemán e italiano.
“El legado que San Benito nos ha podido hacer al arte europeo y al arte mundial, es un legado profundamente espiritual porque es el legado a través del cual los monjes han expresado su camino de ascenso a Dios, su camino de encuentro con Dios y de encuentro con los hombres”.
“No existe en sí un arte benedictino porque nosotros estamos caracterizados por la pluralidad de épocas y de momentos, pero existe esa experiencia de Dios que nosotros hemos mostrado en el arte a lo largo de los siglos desde el año 530 hasta la actualidad”.
Los benedictinos son una orden caracterizada por la oración, el trabajo y también el acercamiento a la belleza.

www.h2onews.org

lunes, 4 de febrero de 2008

Jornada de la Vida Consagrada 2008

Madrid.2-02-2008. Con el lema «El Evangelio en el corazón. La palabra de Dios en la Vida Consagrada», el obispo presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada de España, Jesús Sanz Montes, firma el mensaje para la Jornada de la Vida Consagrada que se celebra el 2 de febrero.
La Conferencia Episcopal ofrece también una serie de
materiales y textos litúrgicos para la celebración de este día que la Iglesia universal dedica a quienes consagran totalmente su vida a Dios.
En su mensaje, monseñor Sanz, franciscano y obispo de Jaca, recuerda que «Jesús mismo nos pidió que guardásemos sus palabras, aunque la pequeñez frágil y vulnerable de nuestra vida hace que no siempre las entendamos o que fácilmente lleguemos a olvidar lo que a duras penas hemos entendido alguna vez».
«Por eso -añade- Él prometió el envío de un Consolador que viniese precisamente a enseñar y recordar cuanto el Maestro dijo: «el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho» (Jn 14, 26)».
La Vida Consagrada y la luz del Señor
Explica el obispo que en la historia de la Iglesia se han suscitado «los diversos carismas que han dado lugar a las distintas familias religiosas, como una actuación en el tiempo de la promesa de Jesús con el envío del Espíritu Santo».
«La Vida Consagrada en todas sus formas tiene esa estrecha relación con la Palabra de Dios, porque representa el corazón de la Iglesia que acoge incesantemente a quien incesantemente nos regala su hablar», añade.
«Detrás de cada fundador y fundadora, detrás de cada fundación consagrada, hay una Palabra de Jesús que es preciso saber guardar en el corazón como María», explica.
Recuerda que, el pasado año, el Santo Padre invitaba a los miembros de la Vida Consagrada a que acogieran la luz del Señor como la Virgen Santa y San José al presentar al Niño en el Templo.
Esa luz «resulta ser el más luminoso eco de lo que el Señor dice», subraya monseñor Sanz, haciéndose eco de las palabras que Benedicto XVI les dirigió en esa ocasión: «En la contemplación y en la actividad, en la soledad y en la fraternidad, en el servicio a los pobres y a los últimos, en el acompañamiento personal y en los areópagos modernos, estad dispuestos a proclamar y testimoniar que Dios es Amor, que es dulce amarlo».
«Esta luz elocuente --concluye el presidente de la Comisión-- la deseamos poner en el candelero de nuestra vida, dejando que con ella Dios siga narrando su buena noticia para la salvación de los hombres».
Entre los materiales que ofrece el sitio de la Conferencia Episcopal, se incluyen una serie de testimonios de personas consagradas. (Agencias/Zenit)

La «Lectio Divina», una luz contra el conformismo actual

Mensaje para la Jornada Mundial de la Vida Consagrada en Italia
ROMA, viernes, 24 enero 2008 (
ZENIT.org).- De la «lectio divina», los religiosos pueden obtener la luz necesaria para no caer en el conformismo del tiempo actual. Lo afirma el mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2008 preparado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Esta Jornada se celebra cada año el 2 de febrero, fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, y es la ocasión en que toda la Iglesia alaba y agradece al Señor el don de esta vocación eclesial. Fue instituida por Juan Pablo II en 1997.
«Jesús presentado al señor, es decir ofrecido y donado al Padre --dice el mensaje de la CEI--, prefigura su ofrecimiento pascual, en el que se realiza de modo perfecto el holocausto, es decir el sacrificio por excelencia, en el que la víctima era completamente quemada, y ascendía "en honor del Señor un perfume agradable" (Éxodo 29, 18), "una suave fragancia" (Génesis 8, 21)».
«El Espíritu Santo, fuego de Dios, consuma la ofrenda de Cristo en el altar de la cruz y hace subir aquél suave perfume que hace respirable y bello el mundo».
La ofrenda de Jesús en la cruz, «esta obediencia-caridad, que abraza a cada hombre --añade el mensaje--, es el verdadero culto agradable a Dios, la luz que ilumina a las naciones y la gloria de Israel».
El mensaje anima a «la asidua lectura de la Palabra de Dios --tema del próximo Sínodo de los Obispos (5-26 octubre 2008)-- en la forma de la "lectio divina" personal y comunitaria».
De este modo, añade, «podréis extraer aquella luz y alimentar aquella sensibilidad espiritual que permite no conformarse a la mentalidad de este siglo y discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable a Él y perfecto».
El mensaje recuerda que el mismo Benedicto XVI, en la audiencia a los superiores y superioras generales de 2006, había «advertido del peligro de la mediocridad, el aburguesamiento y la mentalidad consumista, que pone hoy en peligro también a la vida consagrada», recordando que «el Señor quiere hombres y mujeres libres, no vinculados, capaces de abandonarlo todo para seguirle y encontrar sólo en Él el propio todo».
«De este modo --subraya el mensaje--, se aprende a asumir el estilo de vida de Cristo casto, pobre y obediente, humilde y sobrio, tendente a la caridad».
«Tal escucha encontrará su plenitud en la participación devota y cotidiana en el misterio eucarístico, evento en el que la Palabra acogida y meditada se hace Presencia de Jesús salvador», concluye.
Traducido del original italiano por Nieves San Martín

domingo, 3 de febrero de 2008

XXXVII Semana Nacional de Vida Religiosa: "EN LA ESCUELA DE LA PALABRA"


Del 25 al 29 de marzo de este año 2008 tendrá lugar la 37ª Semana Nacional de Vida Religiosa, organizada por el Instituto Teológico de Madrid. El tema elegido es "EN LA ESCUELA DE LA PALABRA". Tiene como objetivo ayudar a cada comunidad e instituto a convertirse en auténticas escuelas de la Palabra de Dios, en espacios humanos habitados por la Palabra. La Biblia no es solo un conjunto de libros inspirados, sino la inspiración permanente que construye comunidades, las revitaliza permanentemente, las transforma para la Misión.Queremos invitar a las comunidades e institutos a convertirse en "escuelas de la Palabra" teniendo en cuenta algunos bloques fundamentales de la Palabra de Dios: la Sabiduría, la Profecía, Jesús, la Apocalíptica, la Oración. También proponemos que sean "escuelas abiertas" donde acontezca un "aprendizaje conjunto" -con otras y otros- de la Palabra.Según ésto la Semana tendrá el siguiente perfil:- La Escuela de la Sabiduría ( Nuria Calduch y Enzo Bianchi )- La Escuela de los Profetas ( Doloores Aleixandre y Antonio Sánchez Orantos )- La Escuela de Jesús ( Senén Vidal y Antonio Pernía )- La Escuela de la Apocalíptica ( Francisco Contreras Molina y María José Arana )
- La Escuela de los Salmos ( Ángel Aparicio )- La Escuela del aprendizaje compartido ( Josep María Abella y Camilo Maccise )Concluirá la Semana con una síntesis y propuestas elaborada por Mari Carmen Martínez y la Eucaristía concelebrada presidida por Mons. Manuel Monteiro Castro , Nuncio de SS en España.La Semana constará de una parte expositiva (las tardes y la mañana del último día) y talleres y foros con los ponentes de la tarde anterior. En la primera mañana habrá un panel sobre "Experiencias de comunidades, como escuelas de la Palabra", con la participación de Ellen Hess y María Pilar Pisonero Pascual (las mañanas de los días 26, 27 y 28).
Más información en la página web del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid:
http://www.itvr.org