Después de haberse ganado la vida bailando en los estrados de discotecas, Anna Nobili optó por la vida religiosa y por dedicar su vida a los necesitados, tras culminar un camino personal de conversión.
La hermana Anna relató en una entrevista publicada en el último número de «Mondo Voc» --la revista italiana de animación vocacional de los Rogacionistas--, el itinerario que le llevó a ingresar en las Hermanas Operarias de la Sagrada Familia de Nazaret.
«Comencé a frecuentar las discotecas a los 19 años y continué hasta los 21. Fueron tres años muy intensos durante los cuales perdí totalmente la cabeza. Iba todas las noches y me quedaba hasta las ocho de la mañana», recuerda.
«Desde medianoche hasta las 4 de la madrugada me exhibía en una discoteca, y desde las 4 hasta las 8 iba a bailar a otra. Viajaba incluso fuera de Milán; por ejemplo, a Amsterdam, donde me quedaba cuatro o cinco días».
«Buscaba las discotecas más frecuentadas», continúa su relato; «de ahí mis relaciones con los hombres y el uso del alcohol».
Poco a poco se fue distanciando de esos ambientes. «No sé bien por qué --comenta la hermana Anna--, pero en cierto momento me sentí cerca de la Iglesia. Comencé a ir a misa los domingos y allí lloraba continuamente, sintiendo dentro de mí una presencia diferente».
«Veía a los jóvenes, que se querían de manera muy sencilla y estaban serenos. Un mundo auténtico, no falso como el que yo frecuentaba», prosigue.
El paso siguiente fue «un retiro espiritual en Spello, en la ermita de Carlo Carretto. Recé, hice largas meditaciones. Hasta que una tarde, en la plaza de Santa Clara en Asís, contemplando el cielo y la naturaleza, tuve una percepción clara de que Dios es el Creador y nosotros somos sus criaturas».
«Sentí en el corazón un gozo indescriptible --describe--. Y me puse a bailar. Esta vez no para conquistar a los hombres, sino para agradecer y alabar. Había encontrado lo que buscaba».
Ahora el proyecto de la religiosa es «vivir el carisma de mi Congregación al servicio, incluso a través de trabajos manuales, de los menos afortunados».
«El problema no es tanto ir o no ir a las discotecas --constata--, sino dejarse envolver en relaciones humanas insatisfactorias. Vayamos a la discoteca, pero con Jesús».
«Es normal que los jóvenes busquen sensaciones y que éstas se intensifiquen por la noche. Pero a menudo la vida nocturna se vive como una rebelión que lleva a la perversión», advirtió.
La Congregación de las Hermanas Operarias de la Sagrada Familia de Nazaret fue fundada en 1900 en el norte de Italia y hoy cuenta con 200 religiosas. El Instituto trabaja en situaciones de marginación, como la recuperación de ex prostitutas, y se ocupa de los problemas relacionados con la inmigración.
Tomado de Zenit, 9.III.03, ZS03030904
domingo, 9 de enero de 2011
sábado, 8 de enero de 2011
Captando vocaciones en Internet
La Hermana Aurora de San José reconoce que era "una chica normal de 17 años", con sus aficiones, sus amigos y su trabajo en una fábrica. Ahora eso queda muy atrás. "Todo cambió cuando escuché la llamada de Dios y me dio la gracia de ser monja de clausura", dice. Desde hace 34 años forma parte de la comunidad de Agustinas Descalzas en el convento que la congregación tiene en el municipio alicantino de Alcoy.
Su testimonio vocacional es uno de los varios que desde hace unas semanas pueden visitarse en Youtube. Forma parte de una estrategiapuesta en marcha por las hermanas para dar a conocer su forma de vida y sus motivos para tomar los hábitos, así como también para captar vocaciones especialmente entre la gente joven, usuaria de las nuevas tecnologías.
"Normalmente hay mucho desconocimiento acerca de las monjas de clausura. Creen que somos unas amargadas, pero no es así. No tenemos ningún problema ni hemos ingresado en el convento porque seamos raras ni por ningún despecho. Dios nos llamó, nosotras respondimos a su llamada y somos las más felices del mundo", explica la religiosa a ELMUNDO.es.

Patio interior del convento. | E.M.
Junto a los vídeos, han encomendado a una amiga de la congregación, la creación de una página web en la que la dan a conocer la historia del convento, narran el día a día de la comunidad y ofrecen una dirección de correo electrónico a aquellas personas interesadas en ingresar en la orden.
Por el momento, la administradora de la página no ha recibido ninguna respuesta seria, sino varios spams y ofertas dudosas que las hermanas relacionan con "alguna especie de timo en Internet". Sin embargo tienen confianza en que, con el tiempo, alguien pueda interesarse por el convento e incluso por unirse a ellas.
Las perspectivas no son demasiado halagüeñas y la crisis ha agravado esta situación, reconocen desde el convento. "En realidad, la crisis lo ha trastocado todo, tanto en lo material como en lo espiritual", afirma la hermana Aurora, quien añade que de los siete conventos que la Federación de las Agustinas Descalzas tenía dispersos en toda España,han tenido que cerrar cuatro recientemente.
Activas y comprometidas
Pese a que la clausura se relaciona habitualmente con un aislamiento respecto a la sociedad, las Agustinas Descalzas de Alcoy se sienten muy integradas en ella. Participan activamente en las conocidas Fiestas de Moros y Cristianos del municipio, con la elaboración de las monteras y los escapularios que luce la Filà Maseros. "Cada año nos visitan en el convento algunas "filaes" con las que incluso formamos escuadras y lo pasamos muy bien", explica la Hermana Aurora.

Las Hermanas en el refrectorio |E.M.
Inmersas en una jornada de oración y trabajo que empieza a las seis y media de la mañana, las Hermanas llevan a cabo diferentes trabajos, centrándose principalmente en el mantenimiento y limpieza de la iglesia del monasterio.
De ella se sienten especialmente orgullosas porque la historia de su congregación va ligada a ella. Fue en 1597 cuando el entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, mandó levantarla después del hecho milagroso del "Jesuset del Miracle", en el que gracias a la intervención de una imagen del Niño Jesús se encontraron la sagrada Eucaristía y otros objetos de valor con reliquias de santos que habían sido robados previamente.
El Arzobispo mandó también fundar allí una orden religiosa femenina de vida contemplativa y el 18 de diciembre del año 1597 llegaron las primeras religiosas Agustinas Descalzas, que son las encargadas de celebrar cada año la fiesta que recuerda al "Jesuset" y al milagroso hallazgo.
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viernes, 7 de enero de 2011
Murillo, Zurbarán y Ribera, en una muestra en Murcia sobre la vida monacal
La exposición 'Moradas de grandeza. La ciudad conventual española' reúne desde hoy y hasta el próximo 30 de enero en Murcia (España) obras de Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Zurbarán, José de Ribera y Francisco Salzillo, entre otros artistas, además de piezas de orfebrería, cerámicas e instrumentos musicales.
Según la fundación Cajamurcia, organizadora de la muestra en el Palacio Episcopal, la exposición se centra en la singularidad de la historia de la vida monacal española y su incidencia en el vivir cotidiano y en la imagen de la ciudad tradicional.
En la muestra también hay obras de Alonso Cano, Claudio Coello, Miguel Ángel Houasse, Francisco Pradilla, Gregorio Fernández, Luis Salvador Carmona, Juan Rizi y Alonso y Pedro de Mena, procedentes de Patrimonio Nacional, el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Biblioteca Nacional, las catedrales de Sevilla y Valencia, iglesias, conventos y monasterios.
Además, pueden verse publicaciones como el 'Civitates orbis terrarum', de 1573, obra de Georg Bryan, y el 'Liber de Regionibus sanitatis et intimitatis', de 1723, del beato Raymundi Lulli, conservado en el monasterio barcelonés de Montserrat.
De Zurbarán se han elegido 'San Francisco en oración' y 'Visión del beato Alonso Rodríguez'; de Murillo, 'La venerable madre Dorotea'; de Ribera, 'Ecce homo' y 'San José'; de Salzillo, 'Niño perdido', y de Coello, 'Santa María Magdalena'.
El recorrido se articula en las secciones 'Por caminos poco andaderos', referida a las acciones sociales, benéficas y educativas de los monasterios; 'Aquesta celestial esfera', sobre el templo conventual, sus elementos compartidos y sus singularidades, y 'Esconder la vida', sobre la experiencia de vivir en clausura.
Además de los aspectos relacionados con el retiro y el silencio monacales, se establecen conexiones con las labores sociales, caritativas, educativas, culturales, farmacéuticas, médicas, artísticas y literarias emprendidas desde los monasterios españoles.
En la muestra se presta especial atención a espacios íntimos, como las celdas, y a otros compartidos, como los claustros, salas capitulares, bibliotecas
Cercanas a Dios y a las necesidades del mundo
La orden de las monjas concepcionistas franciscanas de Garachico conmemora el V Centenario de la aprobación de la Regla de la Orden de la Inmaculada Concepción, según decreto del papa Julio II de 1511, que consagra su forma de vida inspirada en Santa Beatriz de Silva.
La orden de las monjas concepcionistas franciscanas de Garachico conmemora el V Centenario de la aprobación de la Regla de la Orden de la Inmaculada Concepción, según decreto del Papa Julio II de 17 de septiembre de 1511, que consagra su forma de vida evangélica inspirada por Santa Beatriz de Silva. La abadesa, sor María de los Ángeles de Jesús Salvador Palenzuela, accedió al pedido de EL DÍA para conocer y divulgar el programa de actos de tal conmemoración y profundizar en los aspectos de la vida comunitaria del único monasterio de clausura que poseen las monjas concepcionistas franciscanas en Canarias desde hace cuatro siglos.
La orden de las monjas concepcionistas está repartida en 157 conventos en todo el mundo: América Latina, Bélgica, África, Portugal, India y España. El primer convento que se fundó en Hispanoamérica fue el de las concepcionistas franciscanas, en México, mientras que en Garachico se fundó en 1640. Este monasterio fue pasto de las llamas en 1709 y se reedificó el actual en 1749. Santa Beatriz fundó un convento dedicado a honrar la Inmaculada Concepción de la Virgen María, en 1489, que estuvo sujeto a una evolución que se extendió hasta 1511 que culminó con la aprobación de la regla propia de la orden, previa solicitud al Santo Padre. De hecho, hay tres reglas otorgadas por la Santa Sede a órdenes integradas por mujeres: las Clarisas, las Anunciadas y la Inmaculada Concepción".
"Esta conmemoración -indica- es una gracia muy especial porque se trata del reconocimiento mediante una bula del papa, de una regla propia titulada Ad Statum Prosperum".
La clausura no implica la desconexión absoluta del mundo para las monjas concepcionistas. Ya sea a través de los medios de comunicación, o a través del diálogo con las personas que visitan el convento, las Hermanas tienen conocimiento de las realidades del mundo. Sin embargo, la utilización de la radio, la televisión e internet es muy limitada y se circunscribe estrictamente a la recepción de información que se divulga en los telediarios o boletines de noticias, pero de forma muy puntual, con especial preferencia por los asuntos de contenido social y cultural y con dimensión religiosa.
La madre abadesa recuerda que "las Constituciones Generales dadas por la Iglesia adaptan la Regla de 1511 a las circunstancias de cada época. Nuestro carisma se sustenta en honrar a la Inmaculada Concepción María. Nuestra madre Beatriz de Silva, en un tiempo en que las distintas escuelas de dominicos y franciscanos discutían sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen María, intervino con la reina Isabel la Católica, con la que escribe una carta al papa Inocencio VIII, para que permitiera fundar un monasterio a honra de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, a lo que accedió el Pontífice. La Regla mantiene su hábito propio, que consideramos algo sagrado puesto que el color blanco simboliza la pureza y limpieza de María Inmaculada, que estemos limpias por dentro como lo estamos por fuera. La medalla significa que tengamos a María entronizada en nuestro corazón, que imitemos sus actitudes de servicio, ayuda y amor a todos los seres humanos; que la imitemos en el hablar y en el vestir, en el modo de relacionarnos con los demás, con bondad y con amabilidad, que ayudemos a las personas que se acercan a nosotras, a encontrar y dar a Jesucristo a los demás, a hablarles de Él. Que siempre estemos con la Virgen para imitar a Jesucristo, nuestro Redentor, al servicio del Altísimo. Esas son las palabras de Santa Beatriz, que figuran en la bula fundacional. Sin embargo, la forma de vivir la Regla se adapta por medio de las Constituciones a cada momento histórico. Antiguamente, teníamos un velo por la cara, y en el locutorio del convento había doble reja, eso ya se ha modificado. Teniendo en cuenta que la sociedad también está en constantes cambios, se consideró que estos cambios podían hacer llegar mejor nuestra forma de vida a la gente de hoy, porque según nuestras Constituciones debemos vivir en continuo dinamismo, de acuerdo con los signos de los tiempos y como respuestas a las cambiantes necesidades de la Iglesia, manteniendo viva la lámpara que el Espíritu encendió en Santa Beatriz".
La comunidad de las concepcionistas de la Villa y Puerto consta, en la actualidad, de 14 monjas, de las que dos están postradas en cama, frente a las 36 que había hace 49 años, según revela sor Ángeles. La mayor cuenta 90 años, mientras que la menor tiene 38 años. Advierte de que las vocaciones no son tantas como antes, las personas que vienen muchas veces no perseveran, entre otros factores por lo que conlleva asumir un compromiso de por vida.
La integración en la comunidad requiere una serie de pasos en diversas etapas que oscilan entre los tres y los nueve años. La persona que decide incorporarse debe observar una etapa de dos años como postulante. Luego, si tras ese tiempo, entre ambas partes, se descubre que tiene vocación, toma el hábito y pasa a ser novicia, pero sin ningún compromiso por ambas partes. El noviciado dura dos años enteros de acuerdo a lo establecido en las constituciones (la Regla adaptada a los tiempos de hoy). Una vez pasada esa etapa, se efectúa la profesión, por la que "ya es esposa de Jesucristo", y que se prolonga de tres a nueve años. Si bien ya es monja, todavía no queda integrada en toda la comunidad hasta que recibe el anillo de desposada. Este es un tiempo en que viene cumpliendo los votos. Cuando se formaliza la profesión solemne de los votos se le pone el anillo, con lo que queda integrada en la orden y comunidad.
R.BARRETO, Garachico
2/ene/11 08:02
http://www.eldia.es/2011-01-02/norte/7-Cercanas-Dios-necesidades-mundo.htm
La orden de las monjas concepcionistas franciscanas de Garachico conmemora el V Centenario de la aprobación de la Regla de la Orden de la Inmaculada Concepción, según decreto del Papa Julio II de 17 de septiembre de 1511, que consagra su forma de vida evangélica inspirada por Santa Beatriz de Silva. La abadesa, sor María de los Ángeles de Jesús Salvador Palenzuela, accedió al pedido de EL DÍA para conocer y divulgar el programa de actos de tal conmemoración y profundizar en los aspectos de la vida comunitaria del único monasterio de clausura que poseen las monjas concepcionistas franciscanas en Canarias desde hace cuatro siglos.
La orden de las monjas concepcionistas está repartida en 157 conventos en todo el mundo: América Latina, Bélgica, África, Portugal, India y España. El primer convento que se fundó en Hispanoamérica fue el de las concepcionistas franciscanas, en México, mientras que en Garachico se fundó en 1640. Este monasterio fue pasto de las llamas en 1709 y se reedificó el actual en 1749. Santa Beatriz fundó un convento dedicado a honrar la Inmaculada Concepción de la Virgen María, en 1489, que estuvo sujeto a una evolución que se extendió hasta 1511 que culminó con la aprobación de la regla propia de la orden, previa solicitud al Santo Padre. De hecho, hay tres reglas otorgadas por la Santa Sede a órdenes integradas por mujeres: las Clarisas, las Anunciadas y la Inmaculada Concepción".
"Esta conmemoración -indica- es una gracia muy especial porque se trata del reconocimiento mediante una bula del papa, de una regla propia titulada Ad Statum Prosperum".
La clausura no implica la desconexión absoluta del mundo para las monjas concepcionistas. Ya sea a través de los medios de comunicación, o a través del diálogo con las personas que visitan el convento, las Hermanas tienen conocimiento de las realidades del mundo. Sin embargo, la utilización de la radio, la televisión e internet es muy limitada y se circunscribe estrictamente a la recepción de información que se divulga en los telediarios o boletines de noticias, pero de forma muy puntual, con especial preferencia por los asuntos de contenido social y cultural y con dimensión religiosa.
La madre abadesa recuerda que "las Constituciones Generales dadas por la Iglesia adaptan la Regla de 1511 a las circunstancias de cada época. Nuestro carisma se sustenta en honrar a la Inmaculada Concepción María. Nuestra madre Beatriz de Silva, en un tiempo en que las distintas escuelas de dominicos y franciscanos discutían sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen María, intervino con la reina Isabel la Católica, con la que escribe una carta al papa Inocencio VIII, para que permitiera fundar un monasterio a honra de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, a lo que accedió el Pontífice. La Regla mantiene su hábito propio, que consideramos algo sagrado puesto que el color blanco simboliza la pureza y limpieza de María Inmaculada, que estemos limpias por dentro como lo estamos por fuera. La medalla significa que tengamos a María entronizada en nuestro corazón, que imitemos sus actitudes de servicio, ayuda y amor a todos los seres humanos; que la imitemos en el hablar y en el vestir, en el modo de relacionarnos con los demás, con bondad y con amabilidad, que ayudemos a las personas que se acercan a nosotras, a encontrar y dar a Jesucristo a los demás, a hablarles de Él. Que siempre estemos con la Virgen para imitar a Jesucristo, nuestro Redentor, al servicio del Altísimo. Esas son las palabras de Santa Beatriz, que figuran en la bula fundacional. Sin embargo, la forma de vivir la Regla se adapta por medio de las Constituciones a cada momento histórico. Antiguamente, teníamos un velo por la cara, y en el locutorio del convento había doble reja, eso ya se ha modificado. Teniendo en cuenta que la sociedad también está en constantes cambios, se consideró que estos cambios podían hacer llegar mejor nuestra forma de vida a la gente de hoy, porque según nuestras Constituciones debemos vivir en continuo dinamismo, de acuerdo con los signos de los tiempos y como respuestas a las cambiantes necesidades de la Iglesia, manteniendo viva la lámpara que el Espíritu encendió en Santa Beatriz".
La comunidad de las concepcionistas de la Villa y Puerto consta, en la actualidad, de 14 monjas, de las que dos están postradas en cama, frente a las 36 que había hace 49 años, según revela sor Ángeles. La mayor cuenta 90 años, mientras que la menor tiene 38 años. Advierte de que las vocaciones no son tantas como antes, las personas que vienen muchas veces no perseveran, entre otros factores por lo que conlleva asumir un compromiso de por vida.
La integración en la comunidad requiere una serie de pasos en diversas etapas que oscilan entre los tres y los nueve años. La persona que decide incorporarse debe observar una etapa de dos años como postulante. Luego, si tras ese tiempo, entre ambas partes, se descubre que tiene vocación, toma el hábito y pasa a ser novicia, pero sin ningún compromiso por ambas partes. El noviciado dura dos años enteros de acuerdo a lo establecido en las constituciones (la Regla adaptada a los tiempos de hoy). Una vez pasada esa etapa, se efectúa la profesión, por la que "ya es esposa de Jesucristo", y que se prolonga de tres a nueve años. Si bien ya es monja, todavía no queda integrada en toda la comunidad hasta que recibe el anillo de desposada. Este es un tiempo en que viene cumpliendo los votos. Cuando se formaliza la profesión solemne de los votos se le pone el anillo, con lo que queda integrada en la orden y comunidad.
R.BARRETO, Garachico
2/ene/11 08:02
http://www.eldia.es/2011-01-02/norte/7-Cercanas-Dios-necesidades-mundo.htm
jueves, 6 de enero de 2011
Regalos que no se pueden comprar
"Serán las religiosas de los conventos de clausura las que rueguen al Señor por los deseos contenidos en las cartas" La salida estaba programada a las 16.30 horas, pero no fue hasta las 17.00 cuando los Reyes Magos hicieron su aparición. |
Los que hasta entonces habían esperado impacientes con una carta en la mano hecha a conciencia o improvisada minutos antes no pudieron más que abrir la boca y quedarse inmóviles ante el espectáculo que se desarrollaba a su alrededor. Y aunque el impacto fue breve, bastó para que los Magos de Oriente se abrieran camino entre la multitud que les esperaba a las puertas de la Catedral Magistral. Montados a caballo y precedidos por varios pajes y una charanga que entonaba la música de villancicos como Los peces en el río o Feliz Navidad, Gaspar, Melchor y Baltasar emprendieron su camino hacia el Palacio Arzobispal, donde el obispo de la Diócesis de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, les esperaba junto a decenas de familias para darles la bienvenida al lugar donde se hospedarán hasta mañana. Y es que la visita de estos personajes a la ciudad entraña una misión algo especial. Además de recibir cartas y escuchar los deseos de los alcalaínos, el obispo ha invitado a todos los ciudadanos a que acudan al Palacio para presentar ante Sus Majestades ilusiones y peticiones que “solo Dios puede cumplir”. Y así lo repitió ayer cuando recibió a los Reyes entre aplausos de los presentes. “Queremos que la gente venga a expresar deseos que no se pueden comprar, es decir, aquellos deseos que verdaderamente están en el corazón de las personas”, volvió a destacar Reig Plá. Él fue el primero en entregar su carta a los Magos de Oriente y acompañó a las famlias que esperaban una larga cola para encontrarse con ellos. Entre las peticiones de los más pequeños se encontraban bolsos para algunas niñas, complementos de la Barbie o coches teledirigidos. Sin embargo, los deseos como encontrar trabajo o felicidad para la familia formaban parte del interior de cada uno. Y a pesar de que algunos se atrevieron a confesárselos a los Reyes en la más estricta intimidad, otros los dejaron plasmados en sus cartas. Cartas que serán enviadas a un lugar ‘diferente’. “Con todos los escritos que recibamos, vamos a ponerlos a los pies del Niño Jesús y los vamos a mandar a todos los monasterios para que durante todo el año 2011 estén rezando por estas personas y por sus propias intenciones”, explicó el obispo. Y serán las religiosas de los conventos de clausura las que rueguen al Señor por los deseos contenidos en las cartas. parte de una tradición. Ante la multitud, Reig Pla aseguró estar muy contento de la aceptación que ha tenido esta iniciativa y declaró que desea que forme parte de una tradición. “Si la cosa va bien el año que viene repetiremos”, destacó. Hasta entonces, los Reyes Magos permanecerán en el Palacio Arzobispal durante la tarde de hoy de 17 a 20 horas y durante mañana de 11 a 14 horas para recibir a las familias que lo deseen. Después cogerán de nuevo sus caballos para cumplir los deseos atendidos. Laura Arribas |
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