Si las vivencias son ingratas las relaciones se van deteriorando. De ahí la importancia de las actitudes de vida, del como se viven las cosas que pasan alrededor nuestro.
La palabra respeto viene de una raíz latina que quiere decir yo te miro, significa mirar la realidad, mirar lo que es. Yo te respeto cuando te miro con la misma mirada que Dios te mira y descubro lo que Dios creó en ti.
No te invento, no te manipulo, no te fabrico, no pretendo que seas distinta a lo que eres y debo hacerlo con una mirada pura, transparente y descubrir en ti, la huella de Dios ya que cada uno de nosotros somos una obra única e irrepetible.
Si solo me quedo con las cosas de afuera, con las cosas externas, veré defectos, veré la cáscara, veré las imperfecciones que hay en toda cáscara. Pero si busco en lo profundo, voy a descubrir el fundamento del amor.
Es en las cosas profundas que se llega a conocer al otro. Y conociéndolo comprenderé muchas cosas que me parecían defectos.
¿Que habrá sucedido? Habrá sucedido que empecé a mirar y ver, de la misma manera que hace Dios con cada uno de nosotros. No existe persona humana que no esté marcada por la huella de Dios. Es desde ahí que yo debo ver al otro, es desde ahí que yo debo respetar al otro.
En la vida de matrimonio, en la vida de familia, de comunidad, hay que vivir la relación con una mirada transparente, con una mirada que busca siempre la huella de Dios en el otro y en los otros.
Respeto y amor.
El respeto me hace detenerme en la grandeza que hay en ti que eres creación de Dios y el amor me lleva a servir esa grandeza para que llegue a su plenitud.
¿Cuales son los males que acompañan la vida moderna? Dos males: el individualismo y la masificación.
Individualismo y masificación, son dos lacras del mundo de hoy. En cuanto yo me desarrollo solamente para mí, pero no comunico lo mío, me estoy encerrando, no contribuyo en el crecimiento del otro, no ayudo a que el otro crezca.
El individualismo lleva a no asumir la responsabilidad que todos tenemos de contribuir al crecimiento del otro, llámese cónyuge, hermano o simple persona que por cualquier motivo está en nuestro entorno.
En cuanto a la masificación, me masifico cuando me dejo llevar por lo que está de moda, por lo que se usa, por lo que hoy se dice y se habla sin detenerme a pensar, ni importarme si es bueno o malo, si está bien o está mal. Todos lo hacen, todos lo dicen, yo también. Esto es masificarse.
Salvador Casadevall
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