martes, 11 de febrero de 2014

LLEGAN LAS MONJAS 2.0: LAS CARMELITAS DESCALZAS YA ESTÁN EN LA RED

Una de las mayores incógnitas es saber como es realmente un convento de clausura. Monjas dedicadas a la oración y el estudio y con el impedimento de que personas ajenas al convento entre en él. Ahora ya podemos saber un poquito más sobre ellas gracias al convento de las Carmelitas Descalzas de Albacete, que no ha querido quedarse atrás, como informa La Tribuna.

   La llegada de las nuevas tecnologías y de las nuevas formas de comunicación ha sido la herramienta de la nueva era, utilizada por políticos, deportistas y personajes famosos en general. Poco a poco todos los organismos e instituciones se fueron sumando a la era online y todos estamos inmersos en webs, blogs, twitter, facebook, linkedin...

   La congregación de las Carmelitas Descalzas ya tiene su página en Internet, donde se abren al mundo para mostrar como es su clausura, su fe y su relación con Dios.

   Su sitio web, con un alto número de visitantes, está dividido en varias secciones. En algunas de ellas el visitante puede conocer cuales son los quehaceres diarios de este grupo de 14 monjas. Un ejemplo es su horario, se levantan a las 6:30 horas de la mañana y terminan a las 22.45; donde se incluyen los rezos, las misas y el trabajo que realizan.

   Una de las secciones más emotivas es la de Vocaciones, en la que se muestran fotos de la celebración religiosa en el que las novicias pasan a ser monjas de la Congregación. Navegando dentro de los demás apartados se puede ver fotografías del interior del convento y de las labores que hacen las monjas, uno de ellos es el bordado de mantones litúrgicos y la repostería.

   A esta novedad ya se han sumado otros conventos como las Carmelitas de Loeches y las Carmelitas de Valladolid. Además, en Centroamérica un grupo de frailes carmelitas descalzos han creado una radio online para compartir su fe con todos los cristianos.

   Y es que esta modernización en la relación de la Iglesia con sus fieles dio un gran salto con la apertura del Twitter oficial @Pontifex, abierto para publicar todas las noticias relacionadas con el papado. Una manera más de directa y rápida de llegar y estar presente en el mundo y que cuenta con más de 8.500.000 de seguidores.


Puedes visitar la página en http://carmeloalbacete.org/

Europapress

domingo, 9 de febrero de 2014

Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino

Ángelus del Papa en la Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2 febrero 2014

Hoy celebramos la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En esta fecha también se celebra la Jornada de la Vida Consagrada, que recuerda la importancia para la Iglesia de todos los que han oído la llamada a seguir a Jesús de cerca en el camino de los consejos evangélicos. El evangelio de hoy narra que, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al niño al templo para consagrarlo y ofrecerlo a Dios, como lo prescribe la ley judía. Este episodio evangélico es también un icono de la donación de la propia vida por parte de aquellos que, por un don de Dios, toman los rasgos característicos de Jesús, virgen, pobre y obediente.

Esta ofrenda de sí mismos a Dios concierne a todos los cristianos, porque todos estamos consagrados a Él por medio del bautismo. Todos estamos llamados a ofrecernos al Padre con Jesús y como Jesús, haciendo de nuestra vida un don generoso, en la familia, en el trabajo, en el servicio a la Iglesia, en las obras de misericordia. Sin embargo, esta consagración la viven de una manera particular los religiosos, los monjes, los laicos consagrados que, con la profesión de los votos, pertenecen a Dios de manera plena y exclusiva. Esta pertenencia al Señor permite a los que la viven de una manera auténtica ofrecer un testimonio especial al Evangelio del Reino de Dios. Totalmente consagrados a Dios, están totalmente entregados a los hermanos, para llevar la luz de Cristo, allí donde se encuentra la oscuridad más densa, y difundir su esperanza en los corazones desalentados.

Las personas consagradas son un signo de Dios en los diferentes ambientes de la vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, son profecía del compartir con los pequeños y los pobres. Así entendida y vivida, la vida consagrada se nos presenta como es realmente: ¡es un don de Dios! ¡Un don de Dios a la Iglesia. Un don de Dios a su pueblo! Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino. Hay mucha necesidad de estas presencias, que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana, de la formación espiritual de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la familia humana. Pero pensemos ¿qué pasaría si no estuvieran las religiosas, las religiosas en los hospitales, las religiosas en las misiones, las religiosas en las escuelas? Pero imagínense una Iglesia sin las religiosas.... ¡No, no se puede pensar! Son este don, esta levadura que lleva precisamente adelante al pueblo de Dios. ¡Son grandes estas mujeres, que consagran su propia vida y llevan adelante el mensaje de Jesús!

La Iglesia y el mundo necesitan este testimonio del amor y de la misericordia de Dios. ¡Los consagrados, los religiosos, las religiosas también son este testimonio de que Dios es bueno, que Dios es misericordioso! Por esto es necesario valorar con gratitud las experiencias de vida consagrada y profundizar en el conocimiento de los diferentes carismas y espiritualidad. Debemos orar para que muchos jóvenes respondan "sí" al Señor que los llama a consagrarse totalmente a Él para un servicio desinteresado a los hermanos. Consagrar la vida para servir a Dios y a los hermanos.
catholic.net

sábado, 8 de febrero de 2014

Mensaje del Santo Padre por la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

El 11 de mayo de 2014, IV Domingo de Pascua, se celebra la 51ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. El tema elegido para dicha ocasión es: "Las vocaciones, testimonio de la verdad".

Con motivo de esta jornada, el santo padre ha enviado un mensaje a los obispos, sacerdotes, consagrados y fieles de todo el mundo.

En el mismo, el Santo Padre señala que nosotros somos ´propiedad´ de Dios no en el sentido de la posesión que hace esclavos, sino de un vínculo fuerte que nos une a Dios y entre nosotros, según un pacto de alianza que permanece eternamente porque su amor es para siempre. Asimismo explica que el modo de pertenecer a Dios es a través de la relación única y personal con Jesús. De este modo, Francisco recuerda que la vocación requiere siempre un éxodo de nosotros mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, "es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios", subraya en el Mensaje. El papa invita a no tener miedo porque "Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida".

Francisco recuerda que la vocación surge del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia del amor fraterno. E invita a obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y familias cristianas para que orienten la pastoral vocacional en la dirección de los grandes ideales y acompañen a los jóvenes por itinerarios de santidad.

Publicamos a continuación el Mensaje del Santo Padre por Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones:

Queridos hermanos y hermanas:

1. El Evangelio relata que «Jesús recorría todas las ciudades y aldeas... Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas "como ovejas que no tienen pastor". Entonces dice a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies"» (Mt 9,35-38). Estas palabras nos sorprenden, porque todos sabemos que primero es necesario arar, sembrar y cultivar para poder luego, a su debido tiempo, cosechar una mies abundante. Jesús, en cambio, afirma que «la mies es abundante». ¿Pero quién ha trabajado para que el resultado fuese así? La respuesta es una sola: Dios. Evidentemente el campo del cual habla Jesús es la humanidad, somos nosotros. Y la acción eficaz que es causa del «mucho fruto» es la gracia de Dios, la comunión con él (cf. Jn 15,5). Por tanto, la oración que Jesús pide a la Iglesia se refiere a la petición de incrementar el número de quienes están al servicio de su Reino. San Pablo, que fue uno de estos «colaboradores de Dios», se prodigó incansablemente por la causa del Evangelio y de la Iglesia. Con la conciencia de quien ha experimentado personalmente hasta qué punto es inescrutable la voluntad salvífica de Dios, y que la iniciativa de la gracia es el origen de toda vocación, el Apóstol recuerda a los cristianos de Corinto: «Vosotros sois campo de Dios» (1 Co 3,9). Así, primero nace dentro de nuestro corazón el asombro por una mies abundante que sólo Dios puede dar; luego, la gratitud por un amor que siempre nos precede; por último, la adoración por la obra que él ha hecho y que requiere nuestro libre compromiso de actuar con él y por él.


2. Muchas veces hemos rezado con las palabras del salmista: «Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño» (Sal 100,3); o también: «El Señor se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya» (Sal 135,4). Pues bien, nosotros somos «propiedad» de Dios no en el sentido de la posesión que hace esclavos, sino de un vínculo fuerte que nos une a Dios y entre nosotros, según un pacto de alianza que permanece eternamente «porque su amor es para siempre» (cf. Sal 136). En el relato de la vocación del profeta Jeremías, por ejemplo, Dios recuerda que él vela continuamente sobre cada uno para que se cumpla su Palabra en nosotros. La imagen elegida es la rama de almendro, el primero en florecer, anunciando el renacer de la vida en primavera (cf. Jr 1,11-12). Todo procede de él y es don suyo: el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, pero -asegura el Apóstol «vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios» (1 Co 3,23). He aquí explicado el modo de pertenecer a Dios: a través de la relación única y personal con Jesús, que nos confirió el Bautismo desde el inicio de nuestro nacimiento a la vida nueva. Es Cristo, por lo tanto, quien continuamente nos interpela con su Palabra para que confiemos en él, amándole «con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser» (Mc 12,33). Por eso, toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un «éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas» (Discurso a la Unión internacional de superioras generales, 8 de mayo de 2013). Por eso, todos estamos llamados a adorar a Cristo en nuestro corazón (cf. 1 P 3,15) para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia que anida en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo. No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración.

3. También hoy Jesús vive y camina en nuestras realidades de la vida ordinaria para acercarse a todos, comenzando por los últimos, y curarnos de nuestros males y enfermedades. Me dirijo ahora a aquellos que están bien dispuestos a ponerse a la escucha de la voz de Cristo que resuena en la Iglesia, para comprender cuál es la propia vocación. Os invito a escuchar y seguir a Jesús, a dejaros transformar interiormente por sus palabras que «son espíritu y vida» (Jn 6,63). María, Madre de Jesús y nuestra, nos repite también a nosotros: «Haced lo que él os diga» (Jn 2,5). Os hará bien participar con confianza en un camino comunitario que sepa despertar en vosotros y en torno a vosotros las mejores energías. La vocación es un fruto que madura en el campo bien cultivado del amor recíproco que se hace servicio mutuo, en el contexto de una auténtica vida eclesial. Ninguna vocación nace por sí misma o vive por sí misma. La vocación surge del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia del amor fraterno. ¿Acaso no dijo Jesús: «En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13,35)?

4. Queridos hermanos y hermanas, vivir este «"alto grado" de la vida cristiana ordinaria» (cf. Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31), significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros. Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas (cf. Mt 13,19-22). Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes. «Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales» (Homilía en la misa para los confirmandos, 28 de abril de 2013). A vosotros obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y familias cristianas os pido que orientéis la pastoral vocacional en esta dirección, acompañando a los jóvenes por itinerarios de santidad que, al ser personales, «exigen una auténtica pedagogía de la santidad, capaz de adaptarse a los ritmos de cada persona. Esta pedagogía debe integrar las riquezas de la propuesta dirigida a todos con las formas tradicionales de ayuda personal y de grupo, y con las formas más recientes ofrecidas en las asociaciones y en los movimientos reconocidos por la Iglesia» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31).

Dispongamos por tanto nuestro corazón a ser «terreno bueno» para escuchar, acoger y vivir la Palabra y dar así fruto. Cuanto más nos unamos a Jesús con la oración, la Sagrada Escritura, la Eucaristía, los Sacramentos celebrados y vividos en la Iglesia, con la fraternidad vivida, tanto más crecerá en nosotros la alegría de colaborar con Dios al servicio del Reino de misericordia y de verdad, de justicia y de paz. Y la cosecha será abundante y en la medida de la gracia que sabremos acoger con docilidad en nosotros. Con este deseo, y pidiéndoos que recéis por mí, imparto de corazón a todos la Bendición Apostólica.
Catholic.net

viernes, 7 de febrero de 2014

DeClausura: «torno online» con «delicatessen», artesanías y regalos de los conventos de España

¿Quién no ha probado los riquísimos dulces que se producen a diario en los monasterios y conventos de clausura españoles?

Para acercar estos variados y selectos productos a la gente nació DeClausura
(www.declausura.com), que se define como "un espacio de ayuda a monasterios y conventos para dar a conocer la belleza de esta silenciosa realidad de la iglesia".

Los pasados días 15 y 16 de noviembre realizaron en la calle general Pardiñas de Madrid un ´pop up´ o venta breve de sus productos.

"Fue todo un éxito tanto por la acogida por parte de los visitantes como por la aceptación de los productos", afirma Mónica Artacho, portavoz del equipo de DeClausura. "El número de personas que visitaron la exposición superó todas nuestras expectativas", explica. "En el evento presentamos una cuidadísima selección de productos así como productos nuevos que tuvieron una aceptación extraordinaria".

Variados productos delicatessen
En particular, fue muy bien acogida la sección delicatassen. Los visitantes se sorprendían por el diseño de los productos y la creatividad de los conventos: "Aceitunas y rocas de chocolate, palitos de naranja, mermeladas de sabores tan originales como la pera con canela o de tomate, tabletas de chocolate blanco con yogur o a la menta, nueces con miel, torta imperial bañada en chocolate... Y una amplia gama de pastas de té, hojaldres finísimos, y pastas variadas". 


La variada oferta no termina ahí. Continúa Artacho: "También les sorprendió el aceite de oliva, los pimientos dulces para cocinar o las salsas para carnes... Y el queso, ¡que desapareció volando!" Ahora que se avista en el horizonte la Navidad, no faltaron los productos más conocidos de los conventos: turrones, polvorones, mazapanes, etcétera.

Figuras religiosas de las Hermanas de Belén
Pero en los conventos no solo fabrican bienes para el paladar. También se cultiva laartesanía. En este ´pop up´, detalla Artacho, "fue increíble el éxito de las figuras religiosas de las Hermanas de Belén. Se vendieron muchísimas vírgenes preciosas de distintos tamaños y estilos, medallas de marfilina y de plata, y por supuesto los belenes".

En el evento se expusieron toda la gama de figuras de la que disponen estas hermanas. Algunos clientes se llevaron piezas de gran tamaño.

También llamó mucho la atención la parte de la ropa de bebé. "Se vendieron muchas prendas diferentes, pero lo más importante fue ver el entusiasmo con el que fueron recibidas nuestras canastillas de nacimiento que montamos a medida según presupuesto".

Cestas de Navidad Gourmet
Este mes pre-navideño lo afrontan con ilusión y con ideas nuevas: "Esta Navidad hemos apostado por las cestas Gourmet.  Al contar con una gran variedad de productos nos podemos adaptar a cualquier tipo de cestas, desde pequeños detalles hasta cestas más elaboradas".   



Y también cuidan con predilección los belenes de diferentes modelos y tamaños porque creen que cumplen con la doble misión esencial de DeClausura: venta de productos para ayudar a los conventos y monasterios y difusión de la vida de oración y contemplativa que se lleva en ellos.

"La venta de estos productos en la mayoría de los casos es fundamental para el sostenimiento de dichos conventos y monasterios, ya que es el único
ingreso
 con el que cuentan", asegura Artacho.

Un ´showroom´ y un torno online
La iniciativa de la Fundación Summa Humanitate lleva dos años en esta labor de servicio. Cuentan con un establecimiento o ´showroom´ permanente en la calle Serrano, 143, de Madrid. Y, además, con una tienda digital o torno online en el que ofrecen su amplia gama de productos, que puedes visitar aquí.

martes, 4 de febrero de 2014

Vocación Benedictina

Un blog para ayudarte a descubrir tu vocación
 
Vocación Benedictina
Vocación Benedictina
San Benito, Patriarca de los monjes de Occidente, nació a finales del siglo V. Cuanto conocemos de su vida y obra se lo debemos a San Gregorio Magno que le dedicó el Libro II de sus Diálogos.

San Benito de Nursia fue un “verdadero gigante de la Historia” (Juan Pablo II). Su figura “resplandece fulgurante como astro en medio de las tinieblas de la noche y es honra de Italia y de toda la Iglesia” (Pío XII). Escribió una Regla de vida monástica que “es el más excelente tratado de vida ascética que ha perseverado incólume durante siglos y conserva su lozanía en el momento actual” (Cardenal Marcelo González Martín).

Nuestro Monasterio de Benedictinas vive según esta Santa Regla, eminentemente cristocéntrica.

Historia

El Monasterio de Madres Benedictinas de Cuenca fue fundado, bajo la advocación “Santa María de la Expectación”, por el Doctor Don Pedro de Vamonde, Obispo entonces de Mondoñedo, el 5 de agosto del año 1448.

La elección canónica se realizó el 14 de diciembre del mismo año. Era Obispo de la ciudad Don Lope de Barrientos.

Desde la fundación siempre se ha mantenido en él sin interrupción la vida benedictina, con la única excepción del período comprendido entre los años 1936-1939 en el que las monjas fueron expulsadas del Monasterio a causa de la guerra civil. Finalizado el conflicto, regresaron a él y comenzaron la restauración.

Hoy forman la Comunidad 44 monjas. Están dedicadas a la oración y al trabajo que realizan principalmente en la Enseñanza.
Por la oración, acogida y trabajo la Comunidad desea ser “foco de irradiación” de vida evangélica, tanto en la ciudad como en la diócesis.

Vida de comunidad

Los valores vividos en nuestra Comunidad los podríamos resumir en la siguiente máxima: “No anteponer nada al amor de Cristo”. En ella se encuentra concentrada la esencia de la vida monástica.

Ésta se desarrolla en torno a la oración y al trabajo en una comunidad fraterna donde se ayuda a buscar a Dios y donde el “buen celo” -que diría San Benito- es la ley de todas las relaciones, buscando con “acendrada caridad”, no lo que se juzga útil para sí sino para los demás, anticipándose a honrarse unos a otros, prestándose obediencia a porfía,... Todo se lleva a cabo mediante gestos sencillos de servicio mutuo, fidelidad cotidiana, atención reconocida a cada uno.

La comunidad monástica no permanece cerrada en sí misma, sino abierta y solidaria con toda la humanidad.

Visita nuestro blog en http://vocacionbenedictina.blogspot.com.es/

Inmaculado Corazón de María


La devoción al Inmaculado Corazón de María, junto con la del Sagrado Corazón de Jesús, fue promovida por San Juan Eudes en el siglo 17.

El Papa Pío VII y Pío IX sugirieron su celebración como Purísimo Corazón de María.
En 1944, el Papa Pío extendió esta devoción a toda la Iglesia fijando la celebración del Inmaculado Corazón de María el 22 de agosto, ocho días después de la Asunción.

Con la renovación litúrgica, se le restó importancia a esta fiesta para dársela a las principales fiestas marianas y, se cambió la fecha para un día después de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

San Juan Eudes, decía que el Corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas y excelencias que la adornan y que la hacen estar por encima de todas las creaturas; por ser hija predilecta de Dios Padre, madre muy amada de Jesús y esposa fiel del Espíritu Santo.
Y que ese santísimo Corazón de María es fuente de todas las virtudes que practicó.

También San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, profesó un inmenso amor a esta advocación.
Quiso que sus misioneros, salieran por todo el mundo extendiendo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Fue un profeta de Fátima, porque en Fátima la Virgen personalmente nos manifestó que Dios quería salvar al mundo, por medio de su Inmaculado Corazón.

La fiesta del Inmaculado Corazón de María sigue a la del Sagrado Corazón de Jesús. El corazón expresa y es símbolo de la intimidad de la persona. La primera vez que se menciona en el Evangelio el Corazón de María es para expresar toda la riqueza de esa vida interior de la Virgen: "María conservaba estas cosas en su corazón"

El corazón de María conservaba como un tesoro el anuncio del Ángel sobre su Maternidad divina; guardó para siempre todas las cosas que tuvieron lugar en la noche de Belén, o la adoración de los pastores ante el pesebre, y la presencia, un poco más tarde, de los Magos con sus dones,... y la profecía del anciano Simeón, y las preocupaciones del viaje a Egipto. 
                

Más tarde, el corazón de María sufrió por la pérdida de Jesús en Jerusalén a los doce años de edad, según lo relata San Lucas en el evangelio de hoy.
Pero María conservaba todas estas cosas en el corazón....
Jamás olvidaría los acontecimientos que rodearon a la muerte de su Hijo en la Cruz, ni las palabras que le oyó decir: "Mujer, he ahí a tu hijo". Y al mirar a Juan ella nos vio a todos nosotros. Vio a todos los hombres. Desde aquel momento nos amó con su Corazón de madre, con el mismo Corazón que amó a Jesús.

Pero María ejerció su maternidad desde antes que se consumase la redención en el Calvario, pues Ella es madre nuestra desde que prestó su colaboración a la salvación de los hombres en la Anunciación.

En el relato de las bodas de Cana, San Juan nos revela un rasgo verdaderamente maternal del Corazón de María: su atenta disposición a las necesidades de los demás. Un corazón maternal es siempre un corazón atento, vigilante.

La devoción al Corazón de María no es una devoción más. Nos lleva a aprender a tratar a nuestra Madre con más confianza, con la sencillez de los niños pequeños que acuden a sus madres en todo momento: no sólo se dirigen a ellas cuando están en gravísimas necesidades, sino también en los pequeños apuros que le salen al paso. Las madres les ayudan a resolver los problemas más insignificantes. Y ellas - las madres - lo han aprendido de nuestra Madre del Cielo.

Hoy queremos encontrarnos con María, con nuestra madre. Si recurrimos confiados a ella, ella nos va a decir qué debemos hacer y sentiremos su amor por nosotros. Ese mismo amor que Jesús tiene por cada uno de nosotros. y ella nos dirá que nos quiere, que nos quiere con toda su alma.

Pidamos a Dios que preparó en el Corazón de María, una morada digna al Espíritu Santo, que haga que nosotros, por intercesión de la Santísima Virgen lleguemos a ser templos dignos de su gloria.

Consagración al Sagrado Corazón de María

Oh Corazón Inmaculado de María, por tu perfecta comunión de amor con el Corazón de Jesús, eres la escuela viviente de total consagración y dedicación a Su Corazón.

En tu Corazón, Oh Madre, queremos vivir para aprender a amar, sin divisiones, al Corazón de Jesús; a obedecerle con diligencia y exactitud; servirle con generosidad y a cooperar activa y responsablemente en los designios de Su Corazón.

Deseamos consagrarnos totalmente a tu Corazón Inmaculado y Doloroso que es el camino perfecto y seguro de llegar al Corazón de Jesús. Tu Corazón, es también refugio seguro de gracia y santidad, donde nos vamos liberando y sanando de todas nuestras oscuridades y miserias.

Deseamos pertenecer a tu Corazón, Oh Virgen Santísima, sin reservas y en total disponibilidad de amor a la voluntad de Dios, que se nos manifestará a través de tu mediación maternal.

En virtud de esta consagración, Oh Inmaculado Corazón, te pedimos que nos guardes y protejas de todo peligro espiritual y físico. Qué nuestros corazones ardan con el fuego del Espíritu como arde tu Corazón.

Qué unidos a ti, que eres la portadora por excelencia de Cristo para el mundo, y ungidos por el poder del Espíritu Santo, seamos instrumentos para dar a un mundo tan árido y frío, el amor, la alegría y la paz del Corazón de Jesús.

Sábado posterior al segundo domingo después de Pentecostés. 

Autor: Teresa Fernández del Castillo | Fuente: Catholic.net