miércoles, 31 de diciembre de 2008

Las campanas

Se dice que santa Teresa de Avila no abría nueva fundación sin instalar antes en lugar visible una buena campana, incluso cuando ello exigía prescindir de otros elementos por falta de medios. Como me dijo una religiosa que entrevisté al referirse a las campanas: "Forman parte de toda familia conventual y se les guarda un cariño casi fraterno".

Fotografía: Arantza Cuesta Ezeiza

El año 1659 se estableció un pleito ante el Obispado de Pamplona (1). En el litigio, los conventos franciscanos de Tafalla y Olite acusaban a los padres capuchinos de hacer fundación de un convento en un edificio propiedad de D. Juan de Asiáin, en Tafalla, de una manera clandestina, colocando el "Santísimo Sacramento y una campana" de noche y sin contar con las solemnidades y licencias de obligado cumplimiento. Los demandantes decían que ello era en su perjuicio, por las necesidades que acuciaban en la región y por ende la escasez de limosnas. Oídas las partes y los testigos seculares y religiosos, se dio por buena la fundación. Pero el hecho que nos importa aquí es el papel de la campana como símbolo para dar fuerza de ley a la fundación de un convento.

Pero dejando de lado el tema de la relación conventos y campanas, hay que saber que cada campana en función de su tamaño y peso da una nota musical. Mientras que para nuestros fundidores campaneros no tenía importancia la precisión de la nota (tono arriba o abajo), en el resto de Europa, grandes amantes de los carillones (alemanes, holandeses, belgas, etc.), recurren al torneado interior para conseguir que la campana suene en la nota musical deseada. Las hacen de un grosor algo mayor del necesario y luego la afinan musicalmente, usando un torno vertical, con el que le van quitando material hasta conseguir la nota deseada. Así consiguen una campana para cada uno de los tonos. Desde la octava más baja, primera, y quintas, hasta la octava doble, y demás, son ajustados los sonidos unos con otros, llegándose hasta el decimosexto tono intermedio, toda una hazaña técnico-musical. El afinado antiguamente se hacía con el auxilio del diapasón, y hoy se usa también un aparato (pequeño, electrónico y a pilas de valor entre las 50 y las 80.000 pts.) que se llama "afinador cromático" que calibra perfectamente el sonido y marca la frecuencia del tono.

Son dos conceptos de uso de las campanas. Mientras que en nuestra península la campana es fundamentalmente un medio para avisar, en las campanas que estamos comentando del norte de Europa se busca un efecto musical. Ambas son campanas pero tienen aplicaciones diferentes, y por lo tanto, también lo es su construcción, aunque no me cabe duda de que en origen en todas partes se emplearon para el mismo fin: comunicar. Mientras en algunos países el gusto por el arte y la música ha obligado a adaptar a estos fines las campanas (se torneaban ya en Europa en el siglo XVII), aquí se ha mantenido la función antigua: avisar, notificar. Esto no es privativo de nuestra cultura: en Japón, por ejemplo, tampoco buscan la finalidad musical y no las tornean.

De nuestro estudio de campo hemos podido sacar las siguientes conclusiones sobre el uso de las campanas en nuestra zona:

En las comunidades religiosas.

1.- Para llamar

Llamar a cualquiera de sus miembros a alguna de las dependencias, por lo que había campanas de diferentes sonidos (distintos diámetros) que se identificaban con uno u otro lugar (portería, refectorio, capilla...). Según el tipo de toque se sabía para quién era el mensaje o de quién procedía, actuando a la manera de una carta con remite: el sonido indicaba quién llamaba y a quién se llamaba, e incluso desde donde se emitía.

2.- Para dar inicio a alguna actividad

Las campanas, además, marcaban los tiempos tanto profanos como religiosos: la hora del recreo, la comida, el reposo o las horas litúrgicas (misa, confesión, reflexión...).

3.- Para comunicar noticias

Un bautizo, un funeral.. Las campanas notificaban asimismo a los religiosos o religiosas que una jerarquía eclesiástica había fallecido o la proclamación de un nuevo Papa. En algunas villas navarras todavía repican las campanas conventuales cuando pasa por sus proximidades la imagen de San Miguel Excelsis o "San Migel-Eskila".

Para terminar tenemos que tener muy en cuenta:

A.- Que eran elementos explícitamente religiosos: con sus lemas sagrados, sus nombres santos, bendecidas o bautizadas.

B.- A su sonido se atribuían virtudes benéficas: alejaba las tormentas y atraía la protección divina.

C.- Por último, el tañido solemnizaba los momentos importantes de la vida en la comunidad: al ascender el Santísimo, en presencia del obispo, durante las procesiones, con la muerte de una persona y en el instante de su entierro.

En consecuencia, decir que las campanas sirven "para llamar" resulta del todo punto simplista. Se trata de todo un lenguaje lleno de matices, rico en expresiones y con connotaciones espirituales.

Autor: Antxon Aguirre Sorondo
Para leer el artículo entero ir a: http://www.euskonews.com/0010zbk/gaia1008es.html


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