domingo, 20 de noviembre de 2011

Dos "sí, quiero", distintos pero no distantes "Con amor eterno te he amado" (Jr 31,3)

He sido en pocos días, testigo  de  dos momentos sagrados de compromiso, uno en el matrimonio y el otro  en la profesión  de votos temporales de cuatro jóvenes religiosas de clausura en el convento de las carmelitas del Talavera de la Real, en la provincia de Badajoz. Entiendo y leo creyentemente  estos dos momentos celebrativos en el contexto histórico salvífico del Dios  amor, que desde el sí a la vida  fundamenta y sostiene todo lo que se construye desde la experiencia  del absoluto en la gratuidad  del amor único.

Por una parte Laura y Alfonso, fue una celebración sencilla preparada desde sus vidas  y sus experiencias personales ocultas y anónimas para este mundo ajetreado y  confuso, la referencia fue la montaña. El es un enamorado de la escalada a las montañas, desde los doce años en su parroquia. Ella no lo era pero ya lo es, han subido juntos y han compartido  esa experiencia rica de descubrir juntos las cimas y las vistas que serenan y llenan de belleza y de paz el espíritu que cada día les ha unido más. Pero la riqueza ha sido subirlas  juntos, allí han descubiertos claves que les ayudan a entender la vida y la existencia de un modo profundo y complejo, a la vez que sencillo y dinámico: proceso, preparación, esfuerzo, continuidad, superación, compartir, solidaridad, paciencia, dolor, alegría, belleza, paz, cercanía, comunicación...

Así ha sido la vida de cada uno, y sobre todo el encuentro, cuando en la vida tras haber sido amados y queridos  desde muchas perspectivas y por mucha gente, y de haber también querido, sin saber cómo,  te encuentras con una persona que te quiere "de un modo único", para quien" tú eres único" y ante quien" te sientes único"; a la vez que ella es para tí también"alguien único"y  tú le haces sentirse "único" ante tí; desbordados por un deseo de amor absoluto en la experiencia de lo limitado y de lo débil.  Ese encuentro es el que lleva a la realidad sagrada del paso matrimonial, a la fuerza del "sí, quiero", donde Dios se encarna y se hace sacramento en lo pequeño  y lo cotidiano de dos jóvenes de mirada limpia, y de futuro que quiere estar preñado de vida y de esperanza, alumbrada en aquellos, los hijos- nuevas cimas maravillosas-,  que están por venir yque "serán únicos de un modo nuevo"   para los dos y por quién darán su vida gratuitamente, sabiendo que van a amarlos pero no nunca deben poseerlos.

Por otra parte, cuatro jóvenes,Rosa Ángela, Yudis Isabel, Viviana y Rosa,  con la alegría y la emoción de las más enamoradas del mundo, querían subir por el monte Carmelo, para cantar las alabanzas del Dios que las ama, y que las ha sobrepasado con una experiencia de absoluto que las ha inquietado para siempre, y las ha llevado y traído sobre sus alas con una ternura, que las ha seducido por amor para que sean testigos del  amor de lo absoluto en el silencio de la vida y en lo oculto de la contemplación viva y activa que se entrega en la  Iglesia;  para ser corazón del mundo, y amarlo todo con un amor sin fisuras, unificado en aquél que por amor vino al mundo y se entregó por nosotros, y al que ellas han descubierto como el esposo que llena de amor toda la vida.

Sí, cuatro jóvenes colombianas, preparadas humana y culturalmente con sus niveles universitarios, que no han buscado el éxito ,ni la riqueza, ni la seguridad en su salto a este continente europeo, en este pueblo sencillo extremeño. Les ha movido un amor que les tocó en un camino de fe, en este caso neocatecumenal, y que tras un proceso largo, reflexivo, experienciado y profundo, con un formación teórica y práctica de la mística y  de la vida comunitaria en esta comunidad y en este convento oculto, han dado su "sí, quiero", para vivir con la gracia del Padre una virginidad que sin ninguna duda será fecunda en ternura y alegría  para muchos que se acogerán a su maternidad entrañable; una obediencia que les hará libres en el encuentro con el Padre, en la entrega en la comunidad, y en la radicalidad de la verdad y de lo verdadero, para que muchos deseen, desde ellas, ser libres y crean que realmente pueden serlo en la vida de cada día, no dejándose atar por nada ni por nadie;  y en una pobreza que sin duda las enriquecerá de un modo nuevo en su espíritu y serán la envidia de aquellos que a duras penas llegamos a la profundidad y al gozo del espíritu, tocados por la prisas y el estrés de un mundo rápido y cambiante, y a la vez nos enriquecerán con su acogida, con sus palabras, con su alegría, con su paz, su serenidad... si  con todos los dones del Espíritu, con los que  Dios va a enriquecer a la Iglesia y al mundo a través de ellas.

Decidme si es o no es  todo en la vida  un misterio del amor de Dios, y que estos seis  jóvenes  en estos días últimos han sido reflejos bellos de El,  en caminos distintos pero de ningún modo distantes, porque  todos han bebido y  beben en la fuente del amor absoluto y a él aspiran,  como sedientos que "han encontrado la fuente que mana  y corre, aunque es de noche".

2 comentarios:

Inés María dijo...

Hola Rosario, me encanta tu blog, hace algún tiempo que lo leo...me encanta la vida contemplativa, lo escondido y oculto...que es una manera de Amar al Señor y de El a toda la humanidad.

Gracias por cada entrada,

Un abrazo en Jesús Rey del Universo,

Inés María

Rosario dijo...

Muchas gracias Inés María por tu comentario. Dios te bendiga. Santo adviento 2011. Rosario