domingo, 28 de octubre de 2007

Beatificación de 498 mártires. 462 miembros Vida consagrada

De los 498 mártires beatificados el 28 de Octubre en Roma, 462 eran miembros de Institutos de Vida Consagrada masculinos y femeninos. Sin especificar el modo concreto de vinculación a cada familia religiosa, ordenados de mayor a menor número, se distribuyen así:

98 O.S.A. (Orden de San Agustín – Agustinos)
62 O.P. (Orden de Predicadores – Dominicos)
59 S.D.B. (Sociedad Salesiana de S. Juan Bosco – Salesianos)
58 F.S.C. (Hermanos de las Escuelas Cristianas – La Salle)
47 F.M.S. (Hermanos Maristas de la Enseñanza)
31 O.C.D. (Carmelitas Descalzos)
29 O.F.M. (Orden Franciscana – Franciscanos)
23 A.A.S.C. (Adoratrices Esclavas del Stmo. Sacramento y Caridad)
16 O.Carm. (Carmelitas. Orden del Carmen)
9 O.S.D. (Orden II de Sto. Domingo – Dominicas)
9 O.SS.T. (Orden de la Stma. Trinidad – Trinitarios)
4 C.M. (Carmelitas Misioneras)
4 M.SS.CC. (Misioneros de los Sagrados Corazones)
4 S.M. (Compañía de María – Marianistas)
3 C.M.F. (Misioneras Hijas del Corazón de María)
2 F.H.M. (Franciscanas Hijas de la Misericordia)
1 O.P. (Orden de Santo Domingo – Religiosa de clausura)
1 HH.C.a.CH. (Hermana Carmelitas de la Caridad)
1 O.SS.T. (Instituto de Hermanas Trinitarias, de clausura)
1 (Religiosa Carmelita de la Presentación)


Para ver el dossier realizado por la Conferencia Episcopal Española, ir al siguiente enlace: http://www.conferenciaepiscopal.es/santos/martires/dossier.pdf

jueves, 25 de octubre de 2007

Monjas Mínimas. Su Carisma

Ascesis cuaresmal, para una constante conversión, con frutos dignos de penitencia en unión con Cristo crucificado, como servicio eclesial.
Humildad, por su identidad nominal, y silencio evangelico como medio "para que a todas se les dé mayor ocasión de ... la pura y asidua oración", como contemplativas dentro de la Iglesia.
Caridad a Dios y a todos los hombres, expresada en la total consagración a Dios y vivida en la unión fraterna de la Comunidad, como irradiación del lema CHARITAS.
Sencillez y alegría, como frutos del carisma.
(Cons. de la Orden)

martes, 23 de octubre de 2007

Primer objetivo de la vida consagrada

El primer objetivo de la vida consagrada es el de hacer visibles las maravillas que Dios realiza en la frágil humanidad de las personas llamadas.
Más que con palabras, testimonian estas maravillas con el lenguaje elocuente de una existencia transfigurada, capaz de sorprender al mundo.
Al asombro de los hombres responden con el anuncio de los prodigios de gracia que el Señor realiza en los que ama. En la medida en que la persona consagrada se deja conducir por el Espíritu hasta la cumbre de la perfección, puede exclamar: «Veo la belleza de tu gracia, contemplo su fulgor y reflejo su luz; me arrebata su esplendor indescriptible; soy empujado
fuera de mí mientras pienso en mí mismo; veo cómo era y qué soy ahora. ¡Oh prodigio! Estoy atento, lleno de respeto hacia mí mismo, de reverencia y de temor, como si fuera ante ti; no sé qué hacer porque la timidez me domina; no sé dónde sentarme, a dónde acercarme, dónde reclinar estos miembros que son tuyos; en qué obras ocupar estas sorprendentes maravillas divinas» (Simeón el nuevo teólogo, Himnos, II, vv. 19-27: SCh 156, 178-179).
De este modo, la vida consagrada se convierte en una de las huellas concretas que la Trinidad deja en la historia, para que los hombres puedan descubrir el atractivo y la nostalgia de la belleza divina.
(Juan Pablo II, Vita consecrata, 20).

Plenitud de presencia en la Iglesia

De los 3.600 monasterios femeninos existentes en el mundo, 921 están enclavados en nuestras tierras. Son más de 3.000 las religiosas de clausura, 400 novicias y 250 aspirantes. Si de la vida monástica masculina hablamos, las cifras son más reducidas. En España hay 44 monasterios masculinos, pertenecientes a 13 institutos monacales con más de un millar de monjes y un centenar de novicios.
Para el abad del monasterio de Leyre, padre Luis María Pérez Suaces, la vida contemplativa es una vida de dedicación a Dios. Según la mentalidad de hoy, no servimos para nada, porque no tenemos ningún tipo de pastoral, no nos dedicamos a ninguna actividad material. Sólo nos dedicamos a Dios, a la vida en comunidad y a la oración personal y comunitaria. La vida monástica pertenece a la plenitud de presencia de las realidades trascendentes. Tierra fecunda, en la que arraigan los afanes, las necesidades, las oraciones y las alabanzas de los creyentes. No se trata, como ha señalado la joven religiosa trinitaria de clausura, Sor María José Sobrino, del Monasterio de Suesa (Cantabria), de estar aislados del mundo, sino de vivir en solidaridad con el mundo. Nuestra labor no se ve, pero nuestra función es la base de la Iglesia. Es una tarea callada. Es la labor principal de todas las que se llevan a cabo...

Vida Monástica

La vida de los monasterios ha cambiado, como insiste el obispo de Segovia, y presidente de la Comisión Episcopal de Obispos y Superiores Mayores, monseñor Luis Gutiérrez, en el sentido de un especial gusto por la Palabra de Dios, por la Sagrada Escritura.

Ahora, en muchos monasterios viven de las empresas, trabajan con el ordenador y pueden subsistir con lo que ganan.
En la entrega al Señor se hace visible el rostro orante de la Iglesia, como recordó Juan Pablo II a las monjas de clausura, en Bolonia. De cada convento se eleva incesantemente la oración de alabanza e intercesión por el mundo entero, cuyos sufrimientos, expectativas y esperanzas vosotras estáis llamadas a acoger y compartir. Vuestra vocación contemplativa constituye también un gozoso anuncio de la cercanía de Dios; anuncio muy importante para los hombres de hoy, que necesitan redescubrir la trascendencia de Dios y, al mismo tiempo, su presencia amorosa al lado de cada persona, especialmente de los pobres y desorientados, insistió el Santo Padre.
El monje cisterciense de la abadía de San José, en Massachussets, M. Basil Pennington, ha escrito que, si preguntas a cualquier monje o monja por qué él o ella viven en un monasterio, la primera respuesta siempre será: porque Dios así lo quiere. No puede haber nada más correcto y menos falto de justificación que el cumplimiento de la voluntad divina. Ahora bien, hemos respondido a la invitación de Dios a vivir en clausura con el corazón henchido de paz y alegría, porque semejante vida tiene motivos sobrados para ello. Somos conscientes del privilegio que supone la libertad de podernos reunir en el coro, una vez en la noche y siete veces durante el día, para glorificar, rogar y dar gracias a nuestro Dios, inmensamente bondadoso, no sólo en nuestro nombre, sino también en el de toda la creación y en el de la entera familia humana. Nos abruma el solemne deber de interceder con Cristo por todas las necesidades de la tierra, por una humanidad que tiene tantas y tan acuciantes necesidades.
Las comunidades de vida religiosa son algo más que los viejos tomos en las estanterías de las bibliotecas que custodian. Nunca se han sentido una reliquia de formas atávicas, excluyentes del mundo, de la vivencia de la fe. Son, al contrario, el registro de la presencia del reino de Cristo en nuestro tiempo.
Edith Stein escribió un día que nuestra tarea es amar y servir. Dado que Dios no abandona al mundo que Él ha creado, y, sobre todo, ama mucho a los hombres, es imposible para nosotras, naturalmente, menospreciar al mundo y a los hombres. No hemos de jado el mundo porque lo consideremos sin valor, sino a fin de estar libres para Dios.

José Francisco Serrano Oceja. Jornada "Pro Orantibus". revista Alfa y Omega

viernes, 19 de octubre de 2007

Las comunidades contemplativas de Madrid harán una Vigilia de Oración para rezar por los frutos del Domund

Madrid, 18/10/2007
(VERITAS) Las comunidades de Religiosas Contemplativas de Madrid han organizado una Vigilia de Oración el próximo sábado, 20 de octubre, para rogar por los frutos de la.Jornada Mundial de las Misiones, Domund, que se celebrará el domingo 21 de octubre, según Infomadrid.El Monasterio de las Religiosas Carmelitas de Santa Teresa, las Clarisas de San Pascual, las Religiosas Oblatas de Cristo Sacerdote, las Salesas del Segundo Monasterio, las Religiosas Clarisas de Carabanchel, las Religiosas Carmelitas de la Antigua Obs, las Agustinas de la Encarnación, las Agustinas de San Alonso Orozco, las Religiosas Servitas, las Religiosas Redentoristas, o las Religiosas Benedictinas de la Natividad, son algunos de los Monasterios que rezarán por el Domund.

martes, 16 de octubre de 2007

¿Para qué sirven las monjas de clausura?

A los ojos de un mundo que todo lo mide con medidas de utilidad y beneficio, las monjas y monjes de clausura no sirven para nada. No tienen escuelas, no ayudan con catequesis o en la parroquias, no dirigen grupos juveniles, no dan clases en institutos o universidades, ni siquiera acogen o cuidan a enfermos o ancianos... En los monasterios de clausura masculinos y femeninos, sólo rezan, se sacrifican y aman. Y es aquí donde radica su riqueza, su inmensa riqueza y valor.

La oración de las monjas de clausura es como el corazón que bombea la sangre a todas partes del cuerpo. Su presencia silenciosa y orante da vida a la Iglesia y además es un consuelo constante a Cristo.Arrancan de Dios a base de mucha oración, de mucho contacto con él, de sacrificios, enormes sacrificios, esas gracias que necesitamos todos. En medio de una vida de oración, de silencio, de recogimiento, de trabajo manual y físico, de penitencias corporales,... estas almas van adentrándose en el corazón de Dios y gracias a ese intimidad con Él, van haciendo de este mundo un mundo más humano y más de Dios.

Nuestra sociedad, es verdad que no va bien. Pero iría mucho peor, si en el mundo no hubiera monjas de clausura. La mejor prueba de para qué sirven los monjes y monjas de clausura es visitar una clausura.

En un mundo habituado a valorar y sopesar todo según el número de bienes que produce, nada parece más insulso e improductivo que una comunidad de personas dedicadas al servicio de Dios en la contemplación. Sin embargo, si le concedemos a Dios un poquito de razón, reconoceremos que no hay acción más valiosa que la de “estarse amando al amado”, en palabras de San Juan de la Cruz.

¿No dijo el mismo Cristo?: "Marta, Marta, muchas cosas son las que te inquietan, pero una sola es necesaria, María escogió la mejor parte y nadie se la quitará" Si aceptamos la enseñanza de Cristo, entonces no podemos negar que la vida contemplativa posee un valor sublime dentro de la jerarquía de valores.

Autora: Dolores Echevarría. http://es.catholic.net

Verbi Sponsa. Instrucción sobre la clausura de las monjas

Esta instrucción fue realizada por la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, y presentada el 13 de Mayo de 1999.

INTRODUCCIÓN
1. La Iglesia, Esposa del Verbo, lleva a cabo el misterio de su unión exclusiva con Dios, de modo ejemplar, en los que se entregan a la vida íntegramente contemplativa. Por este motivo la Exhortación apostólica postsinodal Vita consecrata presenta la vocación y misión de las monjas de clausura como « signo de la unión exclusiva de la Iglesia-Esposa con su Señor, profundamente amado », (1) poniendo de relieve la gracia singular y el don precioso en el misterio de santidad de la Iglesia.

Las monjas de clausura, en la escucha unánime y en la acogida amorosa de la palabra del Padre: « Éste es mi Hijo predilecto, en el cual me complazco » (cf. Mt 3, 17), permanecen siempre « con Él en el monte santo » (2 Pe 1, 17-18) y, fijando la mirada en Jesucristo, envueltas por la nube de la presencia divina, se adhieren plenamente al Señor. (2)

Se reconocen de modo especial en María, (3) virgen, esposa y madre, figura de la Iglesia, (4) y, participando de la bienaventuranza de quien cree (cf. Lc 1, 45; 11, 28), perpetúan el « sí » y el amor de adoración a la Palabra de vida, convirtiéndose, junto con Ella, en memoria del corazón esponsal (cf. Lc 2, 19.51) de la Iglesia. (5)

El texto íntegro lo podéis encontrar en: http://www.multimedios.org/docs2/d000449/index.html

lunes, 15 de octubre de 2007

Hermanas de la Visitación de Santa María. Fundadora: Santa Juana de Chantal

Nació en Dijon, Francia, en 1572. Hija del Presidente del Parlamento de esa región, el Sr. Fremiot. Su madre murió cuando ella tenía 18 meses.En 1592, con 20 años, se casó con el Barón de Chantal, militar. Su matrimonio duró nueve años, tuvieron un hijo y tres hijas. En 1601 el esposo salió de cacería y a uno de sus compañeros se le disparó el arma y lo hirió mortalmente. Ella quedó viuda con 29 años.
En el año 1604 San Francisco de Sales fue a la ciudad de Dijon a predicar la Cuaresma, y fue cuando se conocieron ambos santos, destinados a ayudarse fuertemente en lo espiritual el uno al otro.
Juana se dedicó a educar a sus hijos, y a administrar los bienes que le había dejado su marido, repartiendo cuantiosas limosnas a los pobres. Su inmenso deseo era el de hacerse religiosa, pero San Francisco se oponía a ello, porque primero tenía que educar bien a sus hijos. Finalmente cuando estos ya estuvieron bien formados y preparados para triunfar en la vida, el santo aceptó que se fuera de religiosa.
San Francisco de Sales había preparado con muchos años de oración y de meditación la fundación de una nueva comunidad de religiosas. Las llamó Hermanas de la Visitación de la Santísima Virgen. En 1610, los dos santos emprendieron la fundación de esta nueva Congregación.
Esta comunidad tenía la especialidad de que recibía personas aun con graves defectos, y muy pobres, con tal de que tuvieran un fuerte deseo de llegar a la santidad. San Francisco repetía que “cada casa religiosa es un hospital de almas a donde acuden quienes tienen el alma enferma, pero desean conseguir su curación espiritual”.
Pronto se hizo popular en el mundo el Reglamento tan bondadoso y humano que San Francisco de Sales redactó para sus religiosas de la Visitación. Se propuso que no fuera "ni demasiado duro para las débiles, ni demasiado suave para las fuertes". El santo quería que la bondad, la mansedumbre y la humildad fueran las características o distintivos de sus religiosas
San Francisco compuso varios libros de gran contenido espiritual:
"La Práctica del amor de Dios"
"Las conversaciones Espirituales" ( las charlas que el santo les hacía a las religiosas cuando iba a visitarlas)
“El arte de aprovechar nuestras faltas” (extractado de las centenares de cartas que el santo escribió)
"La introducción a la Vida Devota" (o Filotea)
En 1622 murió San Francisco de Sales, dejando a Santa Juana sola, al frente de una numerosa Comunidad, recién fundada. Cuando San Francisco de Sales murió, se encargó de la dirección espiritual de Juana y de sus religiosas, San Vicente de Paul. Este santo dejó de ella el siguiente retrato espiritual:
"Era una mujer de gran fe y sin embargo tuvo tentaciones contra la fe toda su vida. Aparentemente había alcanzado la paz y la tranquilidad del espíritu, pero en su interior sufría terribles pruebas, tentaciones abominables y una sequedad espiritual que la hacía sufrir mucho. La vista de su propia alma la atormentaba. Pero en medio de tan grandes sufrimientos jamás perdió la serenidad y el buen genio, y todo lo hacía por amor a Dios y por la salvación de las almas. Por eso la considero como una de las almas más santas que haya habido sobre la tierra".
En 1641 había visitado uno por uno los 65 conventos que su comunidad tenía en varios países. Tenía 69 años. Expiró el 13 de diciembre de 1641. El Papa la declaró santa en 1767

Monjas Mínimas. Fundador: San Francisco de Paula

San Francisco nació en Paula el 27 de marzo de 1416. A los 13 años realizó una peregrinación con sus padres a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma, a los santuarios de Asís y Loreto, y, a la vuelta, a los romitorios de Monteluco en Montecasino.

A regresar a Paula, siguiendo la llamada de Dios, se retiró a vivir en una gruta a orillas del río Isca a pocos Km. de su ciudad natal.

Hacia los 20 años se le unen otros jóvenes que desean compartir su modo de vida. El los acogió y comparten un estilo de vida de oración y penitencia.

Al aumentar el número de seguidores se fundó la primitiva Congregación eremítica, aprobada por Mons. Pirro Caracciolo, arzobispo de Cosenza y confirmada por el papa Sixto IV en 1474. Con las aprobaciones sucesivas de las Reglas su Instituto fue contado entre los órdenes Mendicantes con el nombre de Orden de los Mínimos. El número de los conventos se multiplicó en Italia.

San Francisco de Paula a la edad de 67 años parte para Francia por encargo del Papa y deseos del rey Luis XI, quien habiendo oído de la santidad de Francisco, espera ser curado por su oración. De este modo se vale Dios para que la Orden de los Mínimos se extienda en Francia donde vivió Francisco 24 años. También llega la Orden de los Mínimos a España, aunque Francisco no viniera personalmente. Y es en España, concretamente en Andújar (Jaén) donde se funda el primer convento de Mínimas, dando comienzo a la Segunda Rama de la Orden de los Mínimos.

A la edad de 91 años Francisco pasó a la patria celestial el 2 de abril de 1507. Por su fama de santidad, enseguida fue introducida la causa de beatificación y en 1519 fue canonizado por el Papa León X.

http://www.minimas.org/sanfrancisco.asp