Ven espíritu creador, visita nuestra mente, llena de tu amor, el corazón que has creado.
Oh dulce consolador, don del Padre altísimo, agua viva, fuego, amor, santo crisma del alma.
Dedo de la mano de Dios, promesa del salvador, derrama tus siete dones, suscita en nosotros la palabra.
Sé luz del intelecto, llama ardiente en el corazón, sana nuestras heridas, con el bálsamo de tu amor.
Defiéndenos del enemigo, danos el don de la paz, tu guía invencible, nos preserve del mal.
Luz de eterna sabiduría, desvélanos el gran misterio de Dios Padre y del Hijo, unidos en un solo amor. Amén.